DISCURSO
Con Dios de la mano podemos cambiar para ser un
buen ciudadano
Siempre nos
dicen que es importante que seamos buenos ciudadanos, que debemos ser
respetuosos de la Constitución y las Leyes, ser responsables, honestos,
colaboradores, etc., pues de ello depende la sana convivencia en nuestro
entorno; pero pienso que antes de descubrir cuál es la importancia de ser un
buen ciudadano, debemos iniciar por ser un buen ciudadano, conocernos a
nosotros mismos y mejorar nuestros aspectos personales, es decir, es ir un poco
más profundo; conocernos y aceptarnos como somos y cambiar nuestra perspectiva
de vida en nuestro entorno lo cual sólo se logra a partir de la Ley de Dios.
Pienso que es
importante conocer y estudiar la palabra de nuestro Padre Celestial, ya que El,
es el originador de la familia y creador del ser humano; conoce mejor que nosotros mismos cuales son
las normas que realmente nos permiten ser buenos ciudadanos; ejemplo Mateo 7:12
nos enseña que debemos tratar a los demás como quisiéramos que los demás nos
trataran a nosotros; es un principio universal que nos ayudara a respetar y
acatar las normas de convivencia ciudadanas que tienen los gobiernos humanos.
Por otra parte romanos 13:1 nos insta a obedecer las leyes que establecen los
gobiernos, ya que existen por autorización divina en estos dos principios
encontramos bases suficientes para obedecer tanto a Dios como a los gobiernos y
por ende poder vivir en paz y armonía con nuestros semejantes.
Por ello, es
importante iniciar por cada uno de nosotros, pues no sólo tenemos la tarea de
aceptarnos sino también de aceptar y dar ejemplo a nuestros semejantes
especialmente a los niños y niñas quienes son el futuro del mundo, y es nuestra
responsabilidad de inculcar valores basados en la palabra del Creador, pues
para entender la importancia de ser un buen ciudadano, primero debemos ser
buenas personas y esto se consigue si seguimos los mandatos Divinos como
primera medida y seguida de las Leyes de los hombres legalmente constituidas,
que son las que nos ayudan a preservar el orden dentro de la sociedad haciendo
esto no solo nos hacemos un buen nombre ante nuestros semejantes sino lo que es
màs importante ante Dios.